jueves, 21 de julio de 2011

Recuerdo que...

Eran muchas las horas caminando lentamente sobre los recuerdos, risas, penas, augurios de lo que seria, y lo que  fue lo vivido. Tres cuerpos apegados pero muy distantes, la extrañeza y desconcierto acerca de aquello callado, sentimientos flotando, sutileza de encantos.

Encuentros de antaño, de aquellos sentimientos guardados a causa de tantos presagios malos, abandonados volvieron y en silencios a ratos nos desenvolvieron. Mojándonos en recuerdos vanos, en recuerdos nunca malos,  en presencia de un cuerpo siempre recordado, añorando el día de volver a escuchar tu amor por lo sencillo y hermoso de la vida, de volver a verte sembrar tus frutos que semillas daban, nunca exigiéndonos nada, siempre contento con lo que te entregábamos.

Apariciones como estas son conectores internos, un mundo mezclado lleno de realidades, de cambios profundos, asumiendo la muerte ajena, pero teniendo un temor tremendo a la de uno. Un paisaje ido es lo que hemos vivido, tal vez nunca vuelva, pero aun podemos re inventarlo.


Tatita lindo, el árbol crecido que nos dio la vida :)






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