martes, 17 de julio de 2012

El tiempo

El tiempo era la pieza clave (...) Nos sacaba de la contingencia, nos convertía en una especie de vagabundos sin anclas, ni ropaje, ni deberes. Nos daba oportunidad, una vez al año, de contemplar nuestras vidas con distancia, y esto nos hacia pensar que nuestras raíces eran duraderas. Rara calidad del tiempo. El único espacio en la tierra donde yo no me ocupaba de el, hasta el punto de no poder asegurar si habían transcurrido quince o cinco días, si era martes o domingo, si recién había llegado o si ya debía partir.

Lo atemporal nos rejuvenecía y a mí me suavizaba.

Antigua vida mía.

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