lunes, 11 de agosto de 2014

Rodrigo Zen

"Con un vaso y un peta en mi mano
sin saber que decir te observo
casi tocándonos.
 Sonriendo, miro como apagas tu cigarro
y tu pelo desplazarse en tu cuello
te vuelvo a mirar toda en silencio
y me sirve tu rostro de luna
y tus manos son dos soles
que en algún minuto dejaron de ser manos."

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