sábado, 7 de febrero de 2015

Botando

Estoy sola en la playa.
Es día sábado... Y en vez de refrescarme junto al mar, prefiero tumbarme bajo el sol en el patio de la casa... Trato de leer algo, pero no estoy lo suficientemente concentrada... pienso en ti y la incertidumbre me abraza. Quiero que seas solo para mí. Es mucho pedir? Quiero sentirme única, segura, amada, respetada y sobre todo no sentirme tonta... Todo eso quiero sentirlo sólo contigo. Me he vuelto una melancólica. Amante de las cursilerías baratas, de las tristes canciones de Sabina y de Filio, de los atardeceres en compañía de mi misma (me encantaría estar contigo cuando los deleito... Te imagino conmigo siempre. Pienso invitarte en invierno, pero presiento resonante tu voz dándome excusas.) Amante de estar todos los días en pijama en la terraza, tomar tecito y fumar. Es tan rico tener este espacio de vez en cuando. Me pierdo si te pierdo. Me matarías tan joven? (sin manipular, claro...) pienso que inspiro algo de lastima. Y me siento rara... Rara de extrañarte tanto. Rara de no poder demostrarte lo que siento... Al mismo tiempo siento rabia de andar en esta onda tan mierda que es la melancolía y la soledad. (De sentirme reprimida por donde se vea) La soledad sobre todo, eso me temo. Tengo miedo de considerar quedarme completamente sola. Sola, con diez gatos y unos cuantos cd's de Arjona. A los veinte... (Una miseria de años y de cantante...)

Valentina Parada Díaz.

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