jueves, 22 de marzo de 2012

La embarra de la vida

Y que el crió desapareció entre tanta sombra amorfa, y el cielo le hablaba preocupado por su desaparición, pero el crió nada, la mama le decía  Matias donde mierda estay, y el Matias nada, esta mujer le decía que si Matias aparecía lo iba dejar jugar con el barro.
Yo me empece  desesperar busque en todas partes, en nidos, panes, arboles, debajo de las piedras y del Matias nada...

Cuando la señora se canso de gritar y llorar, se tiro en el piso, no era católica ni romana, ni judía ni evangélica, pero junto sus manos y empezó a orar, cuando levanto la mirada y vio que su crió no aparecía, levanto su dedo corazón al cielo y le ofreció una tremenda patada a un hermoso jardín, cuando se voltio sintió un quejido.

Matias le alego  de lo fuerte que le había pegado, ella corrió abrazarlo, lo beso y lo sentó en el barro. Le pregunto a Matias por que se echo a volar y el le dijo que cuando ella le había prohibido jugar con el barro, a el le había dado tanta rabia que se le ocurrió ir escondido a echar agua detrás de esas flores, se consumió y nado por los planetas con los ojos cerrados y las manos abiertas, salvo camarones y estrellas de mar (...)

El viejo de la esquina me comento que la mama de Matias junto a Matias, no se ven desde aquel día, que los vecinos fueron a golpear su puerta para saber si estaban bien y dijeron que en la mañana habían visto unas toallas limpias en la silla de la cocina, pero cuando yo volví para confirmar su bienestar en la misma silla habían unas toallas con barro.

Ni quiero estar, quiero arrancar.
ATTE: Valentina Parada D.


"Del niño mareado con tantas mentiras "


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