La maternidad transforma a la madre en portadora de mar, y a la criatura en un pez, nada en un lugar cognoscible durante nueve meses, teme a cuerpos extraños, teme al silencio y a la quietud, recorre las entrañas de ese mar tan cálido que lo contiene, muchas veces con amor y otras veces con resignación, luego llegan al mundo a caminar para luego aprender a volar, conocen a sus arboles, quienes se han encargado de regarse de amor y paciencia, ¿soltarlos? no está ni siquiera en lo planes, el presente es siempre lo que se vive, el pasado te ayuda a percibir las cosas de mejor forma, el recorrido importa y adonde hemos llegado aun mas...
Liberación mental, sin escape de neuronas...
Peces presos de almas es lo que NO queremos.
Liberación mental, sin escape de neuronas...
Peces presos de almas es lo que NO queremos.
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