jueves, 9 de junio de 2011

Un gran pequeñito.

Me senté al lado de un adulto, diferente a los que se encontraban allí, y por su apariencia, deduje que iba a la escuela. Con la mochila entre sus piernas, su cuerpo algo intranquilo y una mirada traviesa. El adulto con similitud de niño, era algo hiperquinético, se distraía con : La ventana, la cortina, los asientos, que el teléfono, que la puerta, el frió y etcétera.

 Esos movimientos rápidos y cortados que él poseía, hacían brotar un desagradable olor de su piel, olor similar al de un niño con púberes revolucionados, olor a un pre-adolescente que está pasando a la juventud.

Su rostro me llevaba a otros tiempos, me recordó algo parecido a una Mamushka, que escondía almas, personalidades, pensamientos..., inocente me miraba como si yo fuera una especie de experimento, en cada movimiento que realizaba, presentía que en cualquier momento me iba a palpar la cara, para sentir como era.

Esta fusión de grandezas con pequeñeces me enseño que las vidas de adultos, son solo juegos, parecidos a laberintos, de donde ni ellos encuentran la salida. Es un juego indescifrable, mientras mas avanzas, mas conoces, y al mismo tiempo mas te pierdes... Algo parecido al "extraño caso de Benjamín Button", Adultos encerrados, niños hiper ventilados...


 "La vida solo tiene sentido yendo hacia atrás, pero hay que vivirla hacia adelante" (El curioso caso de Benjamín Button)




ATTE: Valentina Parada.-

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